Vivo continúa en constante movimiento no solo para la gama media como ya había sido objeto de análisis en Kais en otros momentos.
Sino también para la gama alta que en esta ocasión se ve protagonizada por el Vivo X60 Pro un smartphone que presume de su diseño con la ayuda de Qualcomm por supuesto. Ubicándolo como un buque insignia en todo el sentido de la palabra.
Diseño
Tiene las esquinas curvadas, el borde de metal y un módulo escalonado. La parte trasera tiene un acabado color mate y por suerte no resbala, siendo un móvil bastante fino midiendo 158,57 x 73,24 x 7,69 mm y con 178 g de peso, tanto que al añadirle una funda sigue siendo muy cómodo.
El USB tipo C y el altavoz están en la parte inferior, junto a la bandeja de la SIM. El módulo de cámaras sobresale lo suficiente como para crear algo de balanceo al apoyado en una mesa.
Hace uso de un panel AMOLED de 6,56 pulgadas con resolución FullHD+, soporte de HDR10+ y tasa de refresco de hasta 120 Hz. Unas especificaciones que desde luego ya no son características de un móvil de gama alta, dado que los gama media más competitivos se acomodan también en estos valores.
También cuenta con una batería de 4.200 mAh viendo mayores capacidades en otros móviles pertenecientes a la misma gama. En cuanto a conectividad cuenta con Dual 5G/4G, WiFi 6, Bluetooth 5.1 y GPS Dual.
En la pantalla se puede ver una curvatura a los lados y la cámara frontal queda al centro, encajada en un agujero. Aunque lo que llama la atención es que los marcos sean casi del todo simétricos. Las curvaturas hacen que los lados adelgacen bastante, lo cual no hace que sea incómodo ni en agarre horizontal ni vertical.
La pantalla viene bastante fría y saturada de fábrica, pero se puede ajustar y dejarlo a nuestro gusto con los ajustes de pantalla. Una vez ajustamos la saturación, los colores son correctos y tienen una buena reproducción.
La resolución es más que suficiente para tener una buena experiencia, aunque es una lástima que en este punto no lleguen a algo más propio de un tope de gama. Tener HDR para YouTube o Netflix es también un añadido en este sentido.
Rendimiento
Como ya se había comentado Qualcomm se integra con su Snapdragon 870 y teniendo en cuenta también los 12 GB de RAM es más que suficiente. Eso sí se calienta relativamente pronto, al ver vídeos durante mucho rato o al jugar video juegos más exigentes con un alto gráfico.
Refiriéndonos al software, cuenta con Android 11 vestido de Funtouch 11, 256 GB de almacenamiento, dispone de lector de huellas en pantalla y de reconocimiento facial básico, siendo el combo más habitual en la actualidad y que se desempeñas ambos de maravilla.
Cámara
Como ya se había mencionado cuenta con un juego de cámaras en la parte superior izquierda de la parte trasera que esta compuesto por:
- Cámara principal con sensor de 48 megapíxeles Sony IMX598 con una apertura f/1.48 y estabilización óptica tipo gimbal.
- Cámara súper gran angular con sensor de 13 megapíxeles Samsung S5K3L6 con lente de 120 grados, con modo macro y enfoque de detección de fase.
- Teleobjetivo con sensor de 13 megapíxeles (el mismo que para el gran angular), apertura f/2.46 y zoom de 2X.
Y la cámara frontal con sensor de 32 megapíxeles con lente de apertura f/2.45.
La autonomía media queda en unas 22 horas, prolongándose más si lo configuramos a 60 Hz y no abusamos de apps que suelen consumir mucho o los juegos con conexión de datos. En cuanto a la velocidad de carga, de 0 a 100% y con el móvil apagado tarda unos 55 minutos con el cargador de 33 vatios, logrando algo más del 60% en la primera media hora.
En general, es un móvil de construcción sólida transmitiendo esa sensación de móvil de gama alta: diseño cuidado, buenos materiales, etc. Muy cercano a los Galaxy o los Huawei de estándar más alto, por mencionar algún parecido que pueda resultar familiar.
Ronda los 799 euros, sí un poco elevado pero al estar en presencia de un smartphone de gama alta y teniendo en cuenta sus prestaciones no puede ser de otra manera.
